Claude: qué es y por qué debería importarte como developer

Introducción

Claude es el asistente de IA creado por Anthropic, una empresa centrada en modelos grandes de lenguaje con foco fuerte en seguridad y alineamiento. En la práctica, cuando los developers hablamos de “Claude” hoy, casi siempre nos referimos a la familia de modelos Claude 3.x y, sobre todo, a Claude 3.5 Sonnet, que es el modelo “equilibrio”: muy bueno razonando, escribiendo código y trabajando con contextos largos, sin tener el coste de los modelos más grandes.

A diferencia de otros asistentes, Claude se ha posicionado como un “compañero de trabajo” muy sólido para tareas de programación, análisis de documentos extensos, diseño de arquitectura y workflows con varios pasos. No es solo un chat simpático: es un modelo pensado para aguantar conversaciones largas, con muchos archivos o especificaciones, y seguir siendo coherente gracias a contextos de hasta 200.000 tokens en el caso de Sonnet 3.5.

Si ya usas otros modelos (como ChatGPT o Gemini), tener también a Claude en tu stack te da una segunda opinión con un “estilo mental” diferente. Como developer senior, muchas veces lo que quieres no es una respuesta, sino contrastar cómo razona más de un modelo sobre el mismo problema. Claude es especialmente bueno explicando su cadena de razonamiento y trabajando con instrucciones largas y detalladas, lo que lo hace muy interesante para diseño de sistemas, revisiones de código y documentación técnica profunda.

 

Claude como herramienta técnica: modelos, contexto y por qué interesa al mundo dev

 

Modelos principales y contexto largo

La familia actual gira en torno a modelos como Claude 3.5 Sonnet y variantes más ligeras como Haiku. Sonnet está pensado como modelo “generalista” muy inteligente, con un coste de API de alrededor de 3 USD por millón de tokens de entrada y 15 USD por millón de tokens de salida, con contexto de hasta 200k tokens. Eso significa que puedes pegar especificaciones enormes, varios archivos de código, logs, contratos o RFCs completos, y seguir trabajando cómodamente en la misma conversación.

Para un developer esto cambia mucho el flujo: ya no estás limitado a pequeños fragmentos de código, sino que puedes pedirle a Claude que revise un módulo entero, proponga refactors sobre varios servicios relacionados o compare dos enfoques arquitectónicos dentro del mismo chat. Y, al tener un coste por token relativamente bajo frente a otros modelos “top”, Sonnet se vuelve una opción viable para integrarlo en herramientas internas, backends o pipelines de CI/CD que usan IA de forma intensiva.

 

Disponibilidad: web, app y API

A nivel de acceso, Claude se puede usar en tres grandes vías: la interfaz web en claude.ai y la app de iOS, los planes de suscripción (Free, Pro, Team, Max) y la API de Anthropic, además de integraciones vía Amazon Bedrock y Google Vertex AI.

Para un developer, esta flexibilidad es clave: puedes usarlo “a mano” en el navegador para pensar y diseñar, y luego, si el caso de uso lo amerita, mover la misma lógica a código mediante la API.

 

Cómo usar Claude gratis hoy: web, límites y trucos para sacarle partido

 

Plan gratuito: bueno para empezar, con límites inteligentes

La forma más directa de usar Claude gratis es crearte una cuenta en claude.ai o usar la app oficial de iOS. Anthropic ofrece un plan Free que permite usar el modelo desde la web con ciertas restricciones. No hay un número fijo y público de mensajes por día, sino un sistema de ventanas de uso: tienes un límite de mensajes que se agota por sesión y se restablece aproximadamente cada cinco horas. Cuando llegas al límite, la propia interfaz te avisa y tienes que esperar a que se resetee la ventana.

Estos límites son dinámicos: varían según la demanda global, la longitud de tus prompts, si adjuntas archivos o usas herramientas como búsqueda web. En la práctica, si escribes prompts razonables (no pegas libros enteros en cada mensaje), el plan gratuito da para trabajar bien en bloques de tiempo acotados: diseñar una función, discutir una arquitectura, pulir un script o revisar un documento técnico sin pagar nada.

 

Estrategia de uso gratuito para developers

Si estás empezando, puedes usar Claude Free como tu “pizarra técnica”: lo usas para pensar diseños, escribir documentación, revisar ideas de código antes de implementarlas tú mismo. Para tareas largas de refactor o sesiones intensas de coding-assistant, es fácil que alcances el límite de la ventana, pero puedes combinarlo con otros modelos o espaciar las sesiones. Muchos developers utilizan Claude Free para las partes de diseño y reasoning, y dejan la parte de generación masiva de código o pruebas para otros entornos si se quedan cortos de mensajes.

 

Planes de pago y precios de Claude para trabajo intensivo

 

Pro, Team y Max: cuándo tiene sentido pagar

Si pasas de “jugar” con Claude a usarlo como herramienta central de trabajo, el plan gratuito se queda corto rápido. Ahí aparecen los planes de pago. El plan Claude Pro cuesta alrededor de 20 USD al mes17 USD al mes si pagas anual (200 USD por año), y te ofrece aproximadamente cinco veces más uso que el plan free, además de acceso prioritario a los modelos más nuevos. Para un developer que usa Claude varias horas al día, Pro suele ser el punto dulce: desaparecen la mayoría de limitaciones molestas y puedes mantener conversaciones largas sin que se corten tan rápido.

Por encima de Pro está el plan Team, orientado a equipos, con precios típicos alrededor de 25–30 USD por usuario al mes (con un mínimo de varios usuarios), y el plan Max, pensado para “power users” que necesitan entre 5 y 20 veces la capacidad de Pro, con tarifas de alrededor de 100 y 200 USD mensuales según el nivel. Estos planes empiezan a tener sentido cuando vives literalmente dentro de Claude todo el día: muchas horas de coding-assistant, trabajo con archivos masivos, uso de memoria personalizada y herramientas avanzadas.

 

API: pagar solo por lo que usas

Si lo que quieres es integrar Claude en tus propias apps, pipelines o herramientas internas, el camino es la API de Anthropic. Los precios se pagan por millón de tokens, con tarifas como las de Claude 3.5 Sonnet: unos 3 USD por millón de tokens de entrada y 15 USD por millón de tokens de salida.  Para aterrizarlo: si en un mes envías 100.000 tokens de entrada y recibes 100.000 de salida (lo que ya es un uso bastante serio), estarías en torno a céntimos de dólar por cada mil tokens, algo del orden de menos de 2 USD en total para ese volumen concreto. Obviamente, si usas Claude como motor central de una plataforma con cientos de miles de usuarios, la cuenta crece, pero la relación coste/valor sigue siendo muy competitiva frente a otros modelos de gama similar.

 

Cómo integrar Claude en tu día a día como developer

 

Diseño, arquitectura y documentación

El mayor valor de Claude para un developer senior no está solo en “escribir código más rápido”, sino en pensar mejor. Es especialmente útil como compañero para diseñar APIs, microservicios, pipelines de datos o flujos de eventos. Puedes pegarle tu contexto: por ejemplo, “tengo un sistema basado en microservicios en AWS con este diagrama lógico” y pedirle que proponga opciones de diseño, ventajas y riesgos de cada enfoque, o estrategias de migración. El modelo es bueno manteniendo el hilo de una conversación larga, y eso se nota cuando estás refinando arquitecturas con varios pasos.

También es muy fuerte en documentación. En lugar de escribir todo a mano, puedes pasarle el código de un módulo, el readme actual (si existe) y pedirle que genere una nueva versión más clara, con ejemplos de uso, advertencias y convenciones. Lo mismo con PRs complejos: le pegas el diff y le pides un resumen en lenguaje entendible para el resto del equipo, con foco en los cambios que impactan a otras áreas.

 

Asistente de código con criterio

Como asistente de código, Claude funciona muy bien si le das contexto suficiente y le marcas límites claros. Por ejemplo, puedes decirle que actúe como revisor senior, que respete un style guide concreto y que no invente partes de la arquitectura que no existen. Un patrón que funciona muy bien es usarlo para refactorizar cosas que ya están escritas: le muestras el servicio tal como está hoy, le explicas tus objetivos (menos duplicación, mejor separación de capas, manejo de errores consistente) y le pides una propuesta de cambios. Luego tú decides qué aceptar y qué descartar, igual que harías con un pull request de un colega.

Para testing también es útil: puedes pegarle una función o endpoint y pedirle que te proponga casos de prueba, tanto felices como de error y edge cases. Si combinas esto con tu conocimiento del dominio, consigues una batería de tests mucho más completa sin gastar tanto tiempo en idear cada caso desde cero.

 

Interoperabilidad con otras herramientas

Algo interesante de Claude es cómo se está integrando con ecosistemas como Google Workspace, Microsoft 365, Figma o herramientas para developers. Esto significa que no tienes por qué usarlo solo en la web; puedes, por ejemplo, analizar un documento en Drive, revisar un diseño en Figma o ayudarte con presentaciones técnicas sin salir del entorno donde ya trabajas. Y si eres más de API, siempre tienes la opción de crear tus propias integraciones: desde bots internos para Slack o Discord, hasta asistentes dentro de tu editor de código usando la API de Anthropic o a través de plataformas como Bedrock.

 

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Privacidad, memoria y manejo de código sensible

Claude ha ido añadiendo funciones de memoria en los planes Pro y Max, que permiten al modelo recordar información entre sesiones para ser más personal y eficiente. Desde la perspectiva de un developer, esto tiene dos implicancias: por un lado, puede ahorrarte tiempo si estás trabajando en un mismo proyecto; por otro, tienes que ser cuidadoso con qué tipo de datos dejas que “vivan” en esa memoria. Nunca deberías pegar secretos, claves, certificados, datos personales sensibles ni nada que no puedas mostrar en una demo pública, a menos que estés usando una versión controlada y aprobada por tu organización.

A nivel de código, la regla es la misma que con cualquier otra IA: úsalo para pensar, diseñar, revisar y acelerar, pero no delegues ciegamente decisiones de arquitectura ni copies código generado a producción sin entenderlo. Y siempre mantén tus guardrails habituales: linters, type checkers, pruebas, code review humano y, si aplica, escaneos de seguridad.

 

Construir tu propio “sistema” de prompts y workflows

La gente que más partido le saca a Claude no es la que entra de vez en cuando a “preguntar algo”, sino la que construye un sistema: prompts repetibles, plantillas para tareas comunes, flujos claros para usarlo en diseño, coding, testing y documentación. Como developer senior, puedes definir tus propios patrones: cómo le pides que revise un PR, cómo le pides que te ayude a diseñar una API, cómo le explicas el dominio de tu producto para que sus propuestas tengan sentido.

Si te interesa dominar este tipo de herramientas de forma profesional, en Mentores Tech podemos acompañarte en dos niveles. A nivel individual, ayudándote a diseñar tu ruta de aprendizaje en IA para developers (Claude, ChatGPT, agentes, RAG, automatización, etc.) y a traducirlo en mejores oportunidades laborales y trabajos remotos. A nivel de empresa, diseñando capacitaciones y workshops para que tu equipo use estas herramientas con criterio: sin exponer información sensible, sin romper la calidad del código y alineado con la arquitectura que ya tienen.

Puedes revisar nuestros cursos y programas en Mentores Tech – Cursos y programas, y si lideras un equipo o un producto, escribirnos desde la sección de Contacto para diseñar una formación a medida sobre cómo integrar Claude, otras IAs y buenas prácticas de desarrollo moderno en tu día a día técnico. La IA ya está en el flujo de trabajo de los mejores equipos; la clave ahora es aprender a usarla con cabeza, y no solo “probarla un rato”.

 

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