ORMs en JavaScript
ORMs en JavaScript
Cuando construimos aplicaciones con Node.js o JavaScript en el backend, tarde o temprano aparece la pregunta: ¿me conecto a la base de datos “a pelo” con SQL o uso un ORM?. Los ORMs (Object-Relational Mappers) prometen mapear tablas a objetos, ahorrarnos SQL repetitivo y estandarizar el acceso a datos. Pero también pueden agregar complejidad, capas extra y problemas de performance si se usan sin criterio.
Como developer senior, tu trabajo no es “usar el ORM de moda”, sino elegir y usar la herramienta correcta según el dominio, el equipo y la arquitectura. En este artículo vamos a recorrer 7 puntos clave sobre ORMs en JavaScript: qué son, cuándo tienen sentido, qué opciones existen hoy, cómo encajan con arquitecturas modernas y en qué casos es mejor no usarlos. La idea es que salgas con un mapa mental claro y, si lo necesitas, sepas por dónde empezar a profundizar con tu equipo.
1. Qué es un ORM en el contexto de JavaScript y Node.js
De tablas a objetos, sin escribir SQL todo el tiempo
Un ORM en JavaScript es una capa de software que se sitúa entre tu código y la base de datos relacional (PostgreSQL, MySQL, SQL Server, etc.). En lugar de escribir queries SQL a mano, trabajas con clases, modelos y métodos como User.findById(), Post.create() o orderRepository.findByStatus("PENDING"). El ORM se encarga de traducir eso a consultas SQL reales, ejecutar la query y mapear el resultado de vuelta a objetos o estructuras que tu código entienda.
En JavaScript/TypeScript esto encaja bien porque el lenguaje es dinámico pero también puede beneficiarse del tipado estático (cuando usamos TypeScript). Algunos ORMs modernos generan tipos a partir del esquema o viceversa, ayudándote a tener tipos alineados entre base de datos y código, lo que reduce bugs por desajuste de columnas, nulls inesperados, etc.
La idea no es evitar SQL para siempre, sino moverlo a un nivel donde tengas:
Consultas repetitivas encapsuladas, repositorios o servicios de datos con buenas abstracciones, un solo lugar donde controlar cosas como transacciones, logging y versionado de schema.
Pero esta abstracción tiene coste: no todo lo que es fácil en SQL lo es en un ORM, y no todos los ORMs están igual de preparados para queries complejas, performance o escenarios avanzados (sharding, particionamiento, etc.).
2. Cuándo tiene sentido usar un ORM (y cuándo no)
Caso típico: producto en crecimiento con equipo mixto
Para muchas aplicaciones de negocio (SaaS, productos internos, APIs CRUD con algo de lógica de dominio), un ORM es muy útil. Te acelera el desarrollo inicial, te estandariza el acceso a datos y ayuda a que el equipo hable un mismo idioma. Si tienes developers con distintos niveles de experiencia en SQL, un ORM puede reducir el riesgo de que alguien escriba una consulta desastrosa o se olvide de manejar transacciones.
Por ejemplo, en una aplicación de facturación o un panel administrativo, con tablas relativamente sencillas (usuarios, facturas, pagos, logs de eventos), un ORM te deja avanzar rápido en features: agregar columnas, nuevas entidades, relaciones básicas, filtros, paginación… sin tener que escribir SQL a mano cada vez.
Cuándo no es la mejor idea
Hay escenarios donde un ORM puede ser más dolor que beneficio:
Sistemas con queries muy complejas y específicas, donde exprimes a fondo funciones avanzadas de la base de datos. Casos de alto rendimiento donde quieres control absoluto del SQL generado, índices, hints, CTEs, etc. Arquitecturas donde el dominio es complejo y prefieres un enfoque de repositorios + SQL/Query Builder bien controlado (por ejemplo, con Knex o directamente drivers nativos), sin una capa de abstracción que “magicamente” genere queries por ti.
En esos contextos, muchos equipos terminan usando el ORM solo como migrador de schema, o lo abandonan en las partes más críticas del sistema. Lo importante es que, como senior, tengas la flexibilidad de combinar: ORM donde aporta velocidad y seguridad, SQL directo o query builders donde necesitas control fino.
3. Algunos ORMs populares en el ecosistema JavaScript
Sequelize, TypeORM, Prisma y compañía
En el ecosistema de Node.js hay varios ORMs consolidados, cada uno con filosofías distintas:
Sequelize es uno de los más antiguos y conocidos. Funciona bien con múltiples bases (PostgreSQL, MySQL, MariaDB, MSSQL), y se basa en modelos que definen tus tablas, con una API tipo Model.findAll, Model.update, etc. Es flexible, pero su API puede sentirse algo verbosa y no está tan centrado en TypeScript como otros enfoques más recientes.
TypeORM nace muy enfocado en TypeScript y patrones clásicos de ORMs tipo Java (decoradores, entidades, repositorios). Te permite definir entidades con decoradores como @Entity(), relaciones, columnas, etc., y trabajar con repositorios que manejan persistencia. Funciona bien con NestJS y con arquitecturas orientadas a DDD, pero puede volverse complejo en proyectos grandes si no se usa con disciplina.
Prisma representa una generación más nueva: usa un archivo de esquema declarativo (schema.prisma) desde el que genera un cliente fuertemente tipado. En vez de usar decoradores en las clases, defines tus modelos en un DSL simple y luego usas un cliente como prisma.user.findUnique({ where: { id } }) con soporte de TypeScript excelente. Es muy amigable para equipos que trabajan fuerte con tipos y que quieren una experiencia DX cuidada.
También existen otras opciones como Objection.js (basado sobre Knex, con un enfoque tipo “ORM ligero” y flexibilidad para SQL personalizado), o MikroORM, que ofrece características avanzadas para TypeScript, soporta múltiples bases de datos y también se lleva bien con patrones DDD. La elección dependerá de tus preferencias y la naturaleza de tu proyecto.
4. Prisma: el “ORM tipado” favorito en proyectos modernos
Esquema declarativo y cliente generado
Prisma ganó mucha tracción porque trabaja de forma muy directa el mundo TypeScript + DX (Developer Experience). En lugar de escribir entidades con decoradores, defines tu modelo de datos en un archivo schema.prisma:
model User {
id Int @id @default(autoincrement())
email String @unique
name String?
posts Post[]
createdAt DateTime @default(now())
}
A partir de ahí, Prisma genera un cliente fuertemente tipado. En código, puedes hacer:
const user = await prisma.user.findUnique({
where: { id: 1 },
include: { posts: true },
});
Y todo esto viene con autocompletado, tipos de retorno precisos, validación estática y ayuda inmediata en el editor. Esto reduce mucho la fricción típica de “me equivoqué de nombre de columna” o “no sabía que esta relación se llamaba distinto”.
Para un senior, esta claridad es muy cómoda: tu dominio está reflejado en un lugar claro (el schema), la base de datos se puede migrar a partir de él, y el código que accede a datos se ve limpio. Además, Prisma no intenta ocultarte el SQL: puedes ver las queries generadas, ajustar índices y, si hace falta, usar consultas crudas para casos muy específicos.
Cuándo brilla y cuándo no tanto
Prisma brilla en:
APIs REST/GraphQL modernas con Node/TypeScript, proyectos donde quieres velocidad de desarrollo + seguridad en tipos, equipos con experiencia mixta que se benefician de una DX coherente.
Puede no ser ideal si tienes necesidades muy avanzadas de SQL, bases no soportadas, o un esquema extremadamente particular que no encaja bien con su modelo. Aun así, para una gran cantidad de proyectos “normales” de producto, es una opción muy sólida.
5. TypeORM, Sequelize y otros enfoques más clásicos
TypeORM: decoradores, entidades y DDD-friendly (con cuidado)
TypeORM te permite definir entidades usando decoradores al estilo de ORMs de Java o .NET. Por ejemplo:
@Entity()
export class User {
@PrimaryGeneratedColumn()
id: number;
@Column()
email: string;
@OneToMany(() => Post, (post) => post.user)
posts: Post[];
}
Esto se presta bien para arquitecturas donde quieres agrupar entidades de dominio, repositorios, servicios de aplicación y mantener las cosas cerca del mundo orientado a objetos. Con NestJS, por ejemplo, la integración es muy natural. Pero también hay que tener cuidado con no mezclar demasiadas preocupaciones en las entidades: si metes lógica de dominio, mapeo a la base y lógica de serialización todo en el mismo lugar, terminas con clases gigantes y difíciles de testear.
Sequelize: veterano del ecosistema
Sequelize fue, por años, la opción de facto para Node. Tiene una API algo más “imperativa” (definir modelos, sync, queries), funciona con varias bases de datos y sigue siendo viable en muchos proyectos. Sin embargo, su experiencia con TypeScript no es tan elegante como la de Prisma o MikroORM, y a veces se siente que arrastras cierto “legacy” de la época en que el soporte de TS era menos prioritario.
En sistemas existentes donde ya está, no hay obligación de cambiarlo si cumple, pero si estás partiendo un proyecto nuevo, vale la pena comparar la experiencia de trabajar con Sequelize frente a alternativas más modernas y tipadas, especialmente si tu equipo vive en VS Code + TS y valora autocompletado y seguridad de tipos.
6. ORMs y arquitectura: dominios, repositorios y límites claros
No dejes que el ORM dicte tu modelo de dominio
Uno de los errores más comunes con ORMs es dejar que el modelo de la base de datos y el modelo del ORM definan directamente tu modelo de dominio. Como senior, deberías separar claramente:
Entidades de dominio (lo que significa “factura”, “usuario”, “pedido” en tu negocio), DTOs o modelos de infraestructura (cómo se guardan esos datos en tablas), repositorios o adaptadores que traducen entre uno y otro.
Si trabajas, por ejemplo, con una arquitectura hexagonal o limpia, el ORM debería vivir en la capa de infraestructura. Tus servicios de dominio no deberían saber si usas Prisma, TypeORM, Sequelize o SQL directo; deberían hablar con interfaces de repositorios. Eso te permite cambiar la implementación cuando haga falta (migrar de un ORM a otro, cambiar de base de datos, etc.) sin reescribir todo el dominio.
En la práctica, esto significa que muchas de las clases generadas por el ORM o los modelos específicos del ORM no se filtran hasta las capas más altas. Tú defines tus propios tipos de dominio y sólo en la frontera (repos) conviertes entre el mundo “ORM” y el mundo “negocio”. Cuesta algo más al principio, pero te salva cuando el proyecto crece y quieres refactorizar sin trauma.
7. Cómo aprender y elegir ORMs con estrategia (y cómo te ayuda Mentores Tech)
El ecosistema JavaScript se mueve rápido, y es fácil caer en la tentación de “quiero probar todos los ORMs”. Como developer senior, es más inteligente elegir uno o dos y dominarlos de verdad. Por ejemplo, puedes decidir que:
Prisma será tu opción por defecto para APIs modernas con TypeScript, TypeORM o MikroORM para proyectos con fuerte orientación a DDD o NestJS, y Knex o SQL directo para servicios ultra sensibles a performance.
Lo importante es entender por qué eliges uno u otro, qué te da y qué compromisos trae. Así, cuando aparezca un nuevo proyecto, puedes tomar decisiones basadas en experiencia, no solo en tendencias.
